La esencia de vivir paleo es guiarnos por lo que comían nuestros antepasados paleolíticos, de allí el nombre del estilo de vida, alimentación o dieta Paleo.  A pesar de que como personas nuestro ritmo de vida ha cambiado, nuestros genes siguen siendo los mismos, entonces lo que nos lleva a la razón de porque si nuestros antepasados eran atléticos, delgados, sanos… ¿nosotros no podemos ser igual? ¡Claro que si! solo que tenemos que aprender a comer, comer lo que nuestro cuerpo necesita para proporcionar la energía necesaria a nuestras actividades diarias y estar fuertes.

Nuestros antepasados eran cazadores – recolectores no se alimentaban de productos procesados, alterados químicamente o saturados en grasas procesadas, harinas, cereales y azúcar refinada. Se alimentaban de las carnes que cazaban y los vegetales o hierbas que proporcionaba la naturaleza.

A continuación te detallo que alimentos no están permitidos en el estilo de alimentación, dieta paleo y porque nuestros antepasados no los consumían.

 

Lácteos: Los animales en su mayoría eran salvajes, lo que hacia el ordeñar prácticamente imposible, no practicaban procesos fermentación o cuajado de leche, por lo que amigos cero consumo de leche, quesos, mantequilla o margarina.

 

 

 

 

Cereales, granos y leguminosas: El periodo agro industrial vino mucho después, de hecho hay estudios que afirman que a partir de este periodo al incorporar cereales a nuestra alimentación comenzaron enfermedades como la obesidad y osteoporosis, ya que la producción era voluminosa, fácil, económica y de bajo valor nutricional, sin tomar en cuenta que la mayoría contienen anti nutrientes que pueden dañar nuestro sistema gastrointestinal, perdida de masa muscular y mineral en los huesos. No habían maquinas procesadoras para los cereales o granos, ¡imagínate! tendrían que haber consumido los mismos casi enteros  y crudos. En este bloque esta: Trigo, arroz, avena, maíz, cebada, centeno, lentejas, frijoles, maní y alfalfas.

 

 


Azúcar refinada y endulzantes artificiales:
No existían plantas refinadoras, ni conocimiento de como extraerla directamente de la caña o afines, lo más dulce que tenían nuestros antepasados eran la frutas y la miel que era un lujo y exquisitez cada vez que la obtenían (no era un consumo frecuente), a diferencia del azúcar refinada cuyo valor nutricional es muy bajo las frutas proporcionan dulzor al paladar cargadas de nutrientes y fibras para nuestro organismo.

 

 

 

Aceites vegetales y grasas trans: Nuestros antepasados si consumían grasas pero grasas saludables no procesadas o alteradas, aquí la gran diferencia y ¡muy importante! tenemos que saber diferenciar grasas buenas y malas, debemos consumir grasas monoinsaturadas y omega 3 que ayudan a equilibrar el colesterol en la sangre y prevenir enfermedades cardíacas y debemos evitar las grasas saturadas: Margarina, aceite de maíz, aceite de girasol y aceite de soja.

 

 

Se que al comienzo es difícil tan solo pensar en eliminar estos alimentos, pero créeme que cuando vives y prácticas la alimentación, dieta paleo tu cuerpo inmediatamente siente la diferencia y no es tan terrible como parece, al contrario se comienza a percibir los sabores de manera única ¡su sabor real! te darás cuenta que hay un montón de maneras y formas de incluir platillos nuevos y similares a los que estabas acostumbrados mientras tu organismo se nutre y obtiene beneficios.

Te invito a vivir paleo, y si estás comenzando pues ¡Felicidades! es un gran paso espero que te haya sido de utilidad esta información y te anime para decirle adiós a la obesidad, enfermedades y vejez prematura.

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